lunes, 9 de diciembre de 2013

Música en tu gran día

Ya lo tenéis todo pensado: hora y lugar de la ceremonia, fotógrafo, vestido, flores, etc, etc. Pero, ¿cómo lograr la magia? Tampoco queréis hacer sufrir a nadie pero... que la tía Loli suelte la lagrimita de emoción en la ceremonia tampoco está mal. O que durante los aperitivos se cree un ambiente de relajación tras los nervios y emociones de la ceremonia...y, por supuesto, ¡que la fiesta sea la bomba! alegría y diversión, que desde tu abuela a la hija de tu vecina bailen y se desmelenen..¿cómo se consigue esto? CON MÚSICA!!!

¡Sí! pensadlo...cualquier momento del día de la celebración será mucho más especial si de fondo suena la canción adecuada. No es que la música sea la protagonista del momento, pero sí el envoltorio ideal para crear ese ambiente especial en cada segundo, para emocionar, para ayudar a transmitir y multiplicar los miles de sentimientos de cada instante.

Hoy en día existen infinidad de opciones para amenizar tu día, desde el primer momento. Pensemos en la ceremonia (da igual si religiosa o civil); imagínate la entrada, vuestra entrada, ya de por si un momento emocionante, una mezcla entre nervios, alegría, felicidad, tensión...¡un momento precioso! y si a esto le sumáis un coro interpretando una de vuestras canciones favoritas ¡jamás lo olvidaréis! ni vosotros ni nadie. Y como esto, el resto de la ceremonia. Y no tiene por qué ser el coro de la Iglesia, como decíamos, existen miles de opciones para este momento y de todos los estilos: coro de cámara acompañado por un cuarteto de cuerda, un dúo de piano y voz versionando a Bryan Adams, una soprano entonando el Ave María como a Schubert le hubiese gustado, una guitarra acústica cargada de acordes de los años 60 y hasta un coro gospel que te haga levantar de tu asiento con un tema de Aretha Franklin.

Después de  los nervios y las emociones a flor de piel de la ceremonia pasamos al aperitivo, el momento en el cual la tensión baja, ya no hay nervios, estamos tranquilitos, tomándonos un Martini y empezando a charlar tímidamente. No me digáis que no le pondríais una banda sonora elegante a este momento...¿qué os parece el jazz? ¿soul? Vale, vale...que lo vuestro es otra historia, un guiño a la tierra, una pulpeira en el apertivo... pues nada mejor que disfrutar al son de las gaitas. ¡Perfecto! 

Y llega la fiesta, ¿fiesta? ¡¡FIESTÓN!! vaya locura la que habéis montado!!!¡ Qué manera de abrir el baile...nada de vals. ¡Vaya salsa os habéis marcado! ¡eso es personalidad!

Con lo que os ha costado  decidir la música del baile..que si música en directo o discoteca móvil...un dúo o trío marchoso o un grupo de rock..la elección ha sido difícil pero...ha valido la pena. Todavía os estáis riendo del merengazo que se han marcado los padrinos, o  el rap de los peques, jajajaja...que momentazos!

Igual de momentazos que la entrada al banquete, la entrega del ramo a tu amiga Sole, o  los novios de la tarta a esa parejita que necesita un pequeño empujón para ser los siguientes; eso por no comentar la cara de tu prima Claudia cuando al más puro estilo Moulin Rouge le hacéis entrega de la liga...

Instantes inolvidables que sólo pueden ser mejorados con el acompañamiento musical adecuado...¿Cuál es el adecuado? El fiel reflejo de vosotros mismos, la música que os hace sentir, recordar, soñar...vuestra banda sonora particular.




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